El Gobierno rechaza que la Generalitat regule la prostitución por ser una “práctica degradante” Un informe oficial dice que legalizar el comercio sexual es “incompatible con la dignidad y los derechos fundamentales”
La prostitución es “una práctica intrínsecamente degradante, incompatible con los valores de una sociedad democrática”. Por eso, regular esta “lacra social” supone “un retroceso en el camino a la igualdad real entre las mujeres y los hombres” y un “importante obstáculo para lograr una sociedad en la que las mujeres puedan vivir libres de la violencia de los hombres”. Con argumentos así, contenidos en un informe realizado por el Instituto de la Mujer, el Gobierno rechaza la intención de la Generalitat de Cataluña de reglamentar la prostitución en esa comunidad. El documento añade que la iniciativa catalana invade competencias estatales y es contraria a varias normas en vigor, incluida la de extranjería, y dos tratados internacionales. Además advierte de que permitir a extranjeros sin papeles ejercer la prostitución “abocará a un importante número de mujeres inmigrantes” a dedicarse a ella. Según el proyecto catalán, las administraciones “promoverán” la regularización de las prostitutas extranjeras.