“Igual que ens van ensenyar a fer elements, ens hauríen d’haver ensenyat a menjar bé”
Almudena Cid rara vez contesta el móvil. Va tan ajetreada, hoy Madrid, mañana Amsterdam, siempre Barcelona, que contesta con un SMS. Por eso cuesta imaginar que esta mujer de 27 años saque al menos seis horas diarias para entrenarse, para lanzar las mazas, el aro, la cuerda y la cinta, bajo la seria mirada de…