Sin duda, ahora puede parecer una historia cuando menos chocante, pero que entonces, hacia 1870, era una realidad, dura y palpable realidad en la que el mero hecho de ser mujer suponía un muro infranqueable para ejercer en la vida pública. Y es que fue gracias a un permiso especial del mismísimo rey Amadeo de Saboya por el que, en 1872, la catalana Maria Helena Maseras Ribera se convirtió en la primera mujer en iniciar estudios de medicina en España, concretamente en la Facultad de la Universitat de Barcelona, cuyo porcentaje de mujeres estudiantes ronda actualmente, e incluso supera, el 70 por ciento.
Las peripecias y aventuras de Helena Maseras (que había nacido en la catalana Vila-seca en 1853 y que murió en la menorquina Maó en 1905, tras residir y trabajar en la Isla como maestra los últimos quince años de su vida), junto a las de otras dos mujeres que siguieron su camino pionero en las aulas de medicina (las catalanas Dolors Aleu y Martina Castells), en su lucha por defender sus derechos para estudiar y ejercer la medicina en un mundo hasta entonces vetado a las mujeres, ha sido objeto de una investigación histórica por parte de la escritora y licenciada en Filología Hispánica Bestsabé Garcia (Barcelona, 1975) y que hace unos pocos meses ha visto la luz en forma de libro. Juguen dames, título del libro de la editorial Ara Llibres, es, de hecho, en 210 páginas y narrado como si fuera una novela, un buen homenaje a esas tres mujeres pioneras, primeras en obtener el título de medicina en España.
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