Las mujeres frenan en la cumbre
Se estanca el número de presidentas de empresas en Europa y EE. UU.
El nombramiento de Indra Nooyi como presidenta de Pepsico elevará a once el número de mujeres que dirigen las mayores 500 empresas de EE. UU. En Europa la situación es aún peor (sólo cuatro entre las 295 mayores). El acceso de mujeres a la cúpula empresarial, además, se ha frenado en Europa y en EE. UU.
20/08/2006 | Actualizada a las 03:45h | Barcelona
Rosa Salvador | El nombramiento de Indra Nooyi como nueva presidenta ejecutiva de Pepsico elevará a once el número de mujeres que presiden alguna de las 500 mayores empresas de EE. UU., incluidas en el índice Fortune 500: un porcentaje del 2,2%, cuando las mujeres representan ya más del 46% de la fuerza laboral de EE. UU. La situación es peor en Europa, donde sólo cuatro mujeres ocupan la presidencia ejecutiva de las 295 mayores empresas de la UE.
Según Catalyst, una organización especializada en el estudio del mercado laboral en EE. UU., la paridad de sexos está aún muy lejos de las cúpulas empresariales pero lo peor, a su juicio, es que “el acceso de las mujeres a los máximos puestos directivos de las empresas se ha estancado”, de forma que al ritmo del aumento actual, de apenas el 0,23%, harían falta 40 años para que las mujeres igualaran a los hombres al frente de las grandes firmas.
En Europa, el Monitor de Mujeres Consejeras elaborado por la Red Europea de Mujeres Profesionales (EPWN en inglés, uno de los lobbis que promueven la incorporación de las mujeres a cargos directivos) y la consultora Egon Zehnder destacan también el “muy modesto aumento” del número de mujeres en los consejos de las grandes firmas: ocupan el 8,3% de los puestos, frente al 8,0% de dos años antes.
Según Catalyst, el estancamiento en la incorporación de mujeres a la cúpula empresarial refleja “que existe una brecha entre la realidad y la retórica”, que ha llevado a que muchas empresas de EE. UU. hayan puesto en marcha programas especiales para potenciar el peso en sus plantillas de mujeres y de las minorías étnicas.
La situación en Estados Unidos, sin embargo, es mejor que la europea. Mientras las mujeres ocupan el 14,7% de los puestos en los consejos del Fortune 500, son sólo el 8,3% en las primeras 295 empresas europeas.
Según Juan Ignacio Sanz, profesor de Esade especializado en Derecho Mercantil, “en Estados Unidos empezaron antes a incorporar a mujeres a las escuelas de negocio y estas ejecutivas están ahora ocupando cargos en segundos niveles directivos, entre los que salen los máximos ejecutivos”. Esto queda reflejado en el estudio de la EPWN que señala que la edad media de los consejeros de las grandes empresas europeas es de 57,5 años, mientras que la de las mujeres consejeras es de sólo 52,8. Juan Ignacio Sanz señala a su vez que “en Estados Unidos también está más arraigada la cultura de abrir la empresa” a mujeres y minorías.
Según el estudio de EPWN, España está entre los peores países en el camino hacia la paridad, con sólo un 4,3% de mujeres en sus consejos. Sólo un 47,8% de las grandes empresas españolas tiene a alguna mujer en su consejo, frente al 68% de media europea. Según el estudio, España está al nivel de Grecia (4,44% de mujeres en sus consejos) y Bélgica (4,2%), y sólo supera a Italia (1,6%), Portugal y Luxemburgo (que no tienen mujeres consejeras).
Según Juan Ignacio Sanz, este retraso de España se explica en gran parte por el peso de la tradición, ya que “la modernización de la gestión empresarial en España se inicio bien avanzados los años noventa”; porque hasta hace poco las mujeres no elegían estudios universitarios vinculados a profesiones liberales, que son los que conducen a ocupar posiciones ejecutivas en las empresas, y este retraso en la incorporación de las mujeres a las empresas hace que ahora ocupen sobre todo puestos intermedios “y necesitarán años para ascender”.
Sanz explica que el nombramiento de Indra Nooyi como presidenta de Pepsico tiene un doble mérito: por mujer y por miembro de una minoría racial, y se explica porque “el prestigio de las escuelas de negocio de EE. UU. atrae a ese país a los mejores talentos de todo el mundo”. Catalyst incide en que para las mujeres de las minorías es aún más difícil llegar a la cúpula de las empresas: las mujeres de color ocupan sólo el 1,7% de los cargos corporativos en las empresas americanas.