Traían a las mujeres de Volgogrado (Rusia) con engaños para explotarlas sexualmente en España. Les prometían trabajos de camareras o bailarinas. Las víctimas vivían hacinadas en Lleida a la espera de ser colocadas en clubes de alterne y vendidas a propietarios de prostíbulos.
El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido en Lleida a 22 personas que formaban parte de una red hispano-rusa que traficaba con mujeres.
En la operación han sido desmantelados cinco locales de alterne y registrado 13 domicilios. Según los investigadores, la red les facilitaba la entrada ilegal simulando que eran turistas y los gastos del viaje corrían a cargo de los propietarios de los clubes, por lo que para cobrarles la deuda generada, las obligaban a dedicarse a la prostitución.
Las pesquisas sobre esta red comenzaron a través de la colaboración y el intercambio de información con las autoridades rusas. Comprobaron que las víctimas eran captadas en la ciudad de Volgogrado. Los detenidos les prometían un futuro empleo en locales de fiesta españoles. Cuando las chicas accedían, eran trasladadas en tren hasta Moscú y les proporcionaban el visado y los documentos necesarios.
De allí volaban posteriormente a Barcelona, donde eran recogidas por algunos miembros de la banda y distribuidas en diferentes domicilios a la espera de destinarlas a distintos clubes de Lleida.
Para captar nuevos clientes se anunciaban en Internet, donde se podían visualizar fotos de las chicas y solicitar sus servicios. El dinero obtenido del negocio era blanqueado a través de empresas ficticias a las que desviaban las ganancias mediante los datáfonos instalados en los clubes. En el registro de los domicilios la policía encontró 300.000 euros, seis ordenadores y numerosa documentación.