Las mujeres deben tener un trato diferenciado en el ámbito sanitario, según reclama un estudio sobre las políticas de salud en las mujeres en Cataluña, que constata que actualmente el modelo se centra más en medicar y tratar enfermedades que en prevención y promoción de la salud.
El informe ha analizado las políticas de salud que se hacen en esta comunidad, las globales, los recursos y el modelo sanitario catalán, según ha declarado Carme Catalán, una de las autoras del trabajo, elaborado por la secretaría de la Mujer y el departamento de política sanitaria de CCOO de Cataluña.
Según este trabajo, las diferencias biológicas de mujeres y hombres han sido siempre el argumento para explicar las diferencias en salud, basadas fundamentalmente en la reproducción, y también para explicar las desigualdades que se consideraban naturales.
Añade, sin embargo, que difícilmente estas diferencias biológicas se han tenido en cuenta para explicar por qué había más incidencia de determinadas enfermedades en mujeres que en hombres, y que tampoco se han considerado las diferencias psicológicas y sociales, consecuencia de los estatus y roles de unos y otros en esta sociedad.
Denuncia además que el Plan de Salud de Cataluña en el horizonte 2010 sigue sin abordar la salud sexual y reproductiva como un elemento único con particularidades, y que desde el año 2002 mantiene un apartado sobre “Condicionantes y estilos de vida”, referida a los embarazos en adolescentes y las actividades preventivas.
Para Carme Catalán el Plan de Salud utiliza un lenguaje androcéntrico y sexista que hace invisibles las mujeres y, por lo tanto, las relaciones de poder y desigualdad que son ejercidas en ellas, y que en muy pocos problemas de salud se establecen indicadores segregados por sexos.